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Sistemas de recuperación de emergencia

En SkyEagle, nos especializamos en el desarrollo de sistemas de paracaídas de alta calidad y avanzados, diseñados para garantizar aterrizajes de emergencia seguros en una variedad de aeronaves. Nuestros Sistemas de Recuperación Balística (BRS) están diseñados para proporcionar un despliegue rápido de los paracaídas en situaciones críticas, como fallos de motor, pérdida de control, congelamiento o agotamiento de combustible, aumentando drásticamente las posibilidades de supervivencia y minimizando el riesgo de lesiones.
 
Ofrecemos una gama de soluciones, incluido el Sistema de Recuperación de Paracaídas para Aeronaves T181 (APRS), que ayuda a frenar el descenso de las aeronaves durante emergencias, asegurando un aterrizaje seguro en caso de mal funcionamiento o pérdida de control. Para aeronaves de despegue y aterrizaje vertical eléctrico (eVTOL) y multirrotores de baja altitud, el Paracaídas de Emergencia T191 ofrece un sistema confiable para proteger tanto a la tripulación como al equipo durante fallos de energía o malfuncionamientos del sistema. Además, nuestro Paracaídas de Rescate para Drones Industriales T200 está diseñado para UAV que pesen entre 25 kg y 150 kg, y cuenta con un sensor de alta precisión que monitorea continuamente las condiciones de vuelo para asegurar una recuperación inmediata cuando sea necesario. Estos sistemas reflejan las décadas de experiencia de SkyEagle y su compromiso con el desarrollo de paracaídas que satisfacen las diversas necesidades de seguridad de la aviación moderna y los vehículos aéreos no tripulados.
El Sistema de Recuperación Balística consta de un paracaídas y un contenedor que contiene cohetes de combustible sólido, que generalmente se instalan en la sección trasera de la fuselaje. El contenedor está conectado a una manija en la cabina, generalmente ubicada en el techo de la cabina. El cable que conecta el contenedor con la manija pasa por la cabina por encima del revestimiento del techo. 
 
Cuando el piloto tira de la manija, el cohete se activa, rompiendo una sección débil de la fuselaje (similar a un airbag en un coche). El cohete acelera a aproximadamente 50 metros por segundo, desplegando el paracaídas. Una vez que el paracaídas se expone al viento relativo, se infla, creando fuerzas de arrastre que ralentizan el descenso de la aeronave. La cantidad de arrastre producido depende del peso de la aeronave, la velocidad del aire en el momento del despliegue y la tasa de inflación del paracaídas.
En SkyEagle, nos especializamos en el desarrollo de sistemas de paracaídas de alta calidad y avanzados, diseñados para garantizar aterrizajes de emergencia seguros en una variedad de aeronaves. Nuestros Sistemas de Recuperación Balística (BRS) están diseñados para proporcionar un despliegue rápido de los paracaídas en situaciones críticas, como fallos de motor, pérdida de control, congelamiento o agotamiento de combustible, aumentando drásticamente las posibilidades de supervivencia y minimizando el riesgo de lesiones.
 
Ofrecemos una gama de soluciones, incluido el Sistema de Recuperación de Paracaídas para Aeronaves T181 (APRS), que ayuda a frenar el descenso de las aeronaves durante emergencias, asegurando un aterrizaje seguro en caso de mal funcionamiento o pérdida de control. Para aeronaves de despegue y aterrizaje vertical eléctrico (eVTOL) y multirrotores de baja altitud, el Paracaídas de Emergencia T191 ofrece un sistema confiable para proteger tanto a la tripulación como al equipo durante fallos de energía o malfuncionamientos del sistema. Además, nuestro Paracaídas de Rescate para Drones Industriales T200 está diseñado para UAV que pesen entre 25 kg y 150 kg, y cuenta con un sensor de alta precisión que monitorea continuamente las condiciones de vuelo para asegurar una recuperación inmediata cuando sea necesario. Estos sistemas reflejan las décadas de experiencia de SkyEagle y su compromiso con el desarrollo de paracaídas que satisfacen las diversas necesidades de seguridad de la aviación moderna y los vehículos aéreos no tripulados.
El Sistema de Recuperación Balística consta de un paracaídas y un contenedor que contiene cohetes de combustible sólido, que generalmente se instalan en la sección trasera de la fuselaje. El contenedor está conectado a una manija en la cabina, generalmente ubicada en el techo de la cabina. El cable que conecta el contenedor con la manija pasa por la cabina por encima del revestimiento del techo. 
 
Cuando el piloto tira de la manija, el cohete se activa, rompiendo una sección débil de la fuselaje (similar a un airbag en un coche). El cohete acelera a aproximadamente 50 metros por segundo, desplegando el paracaídas. Una vez que el paracaídas se expone al viento relativo, se infla, creando fuerzas de arrastre que ralentizan el descenso de la aeronave. La cantidad de arrastre producido depende del peso de la aeronave, la velocidad del aire en el momento del despliegue y la tasa de inflación del paracaídas.